Dos acusados más en relación con el esquema de soborno de Venezuela
La imputación federal que fue dada a conocer el martes acusa al presidente de una empresa con sede en Miami y su ex representante de ventas de sobornar a funcionarios de la compañía petrolera de Venezuela PDVSA para obtener trabajos y recibir los pagos de facturas vencidas.
Rafael Enrique Pinto Franceschi, de 40, de Miami, y Franz Herman Muller Huber, de 68, de Weston, Florida, fueron acusados en una imputación de cinco cargos en Texas el 21 de febrero.
Fueron acusados de un cargo de conspiración para violar la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero- FCPA—, un cargo de conspiración para cometer fraude electrónico, dos cargos de fraude electrónico y un cargo de conspiración para lavar dinero. Están acusados de sobornar a tres funcionarios de Petróleos de Venezuela SA o PDVSA.
Dos de los tres funcionarios que presuntamente sobornaron, José Camacho e Iván Guédez, ambos de Houston, ya se declararon culpables en el caso y esperan ser sentenciados.
Según el DOJ, 21 personas han sido acusadas en el caso de soborno de PDVSA y 15 se han declarado culpables.
La acusación formal alega que a partir de 2009 y al menos hasta 2013, Pinto, representante de ventas de un proveedor de PDVSA con sede en Miami («Compañía A» en la acusación), y Muller, presidente de la Compañía A, conspiraron con otros para sobornar a tres funcionarios de PDVSA a cambio de brindar asistencia en relación con el negocio de la Compañía A con PDVSA. De acuerdo con la acusación, a cambio de pagos de sobornos, los funcionarios de PDVSA supuestamente ayudaron a la Compañía A a obtener contratos adicionales de PDVSA, obtener información privilegiada y recibir el pago de facturas vencidas. La acusación alega que cuando la Compañía A recibía un pago de PDVSA, Pinto avisaba a uno de los funcionarios de PDVSA que, a su vez, creaba una factura ficticia de una compañía fantasma panameña que cobraba a la Compañía A el 3% de cualquier pago que la Compañía A hubiera recibido de PDVSA y ordenaba a la Compañía A que enviara el pago a una cuenta bancaria suiza. Según los cargos, la factura falsa se enviaba a Muller, quien se aseguraba de que las facturas se pagaran.
Los cargos por fraude electrónico contra Pinto y Muller se basan en acusaciones de que, además de enviar dinero de la Compañía A a los tres funcionarios de PDVSA para beneficiar a la Compañía A, Pinto y Muller recibieron sobornos en relación con el plan. En total, se alega que Pinto recibió más de US$ 985.000 en pagos de sobornos, y Muller más de US$ 258.000.